La Comisión
Andina de Juristas, organización regional que aglutina a juristas identificados
con la paz, la democracia y la plena vigencia de los derechos humanos, condena la inminente invasión militar
promovida por los Estados Unidos a Siria bajo el argumento de que el gobierno
de este país está utilizando armas químicas, sin siquiera saber los resultados
de la investigación realizada al respecto por la ONU con la aprobación del
propio gobierno Sirio.
No es la primera
vez que los Estados Unidos usa pretextos que jamás son comprobados y que por el
contrario terminan siendo desmentidos posteriormente, para invadir territorios
ajenos, atropello que generalmente encubre otras intenciones.
Resulta
contradictorio que el Presidente Barack Obama
hace poco emita un emotivo discurso en homenaje a los 50 años de la marcha por
la paz promovida por uno de los personajes más emblemáticos de la lucha por los
derechos civiles en los Estados Unidos como lo es Martin Luther King y días
después resulte preparando una injusta, arbitraria e inhumana invasión militar,
transgrediendo todas las normas del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, en especial del Derecho Internacional Humanitario.
Armar rebeldes
para luego ordenar la intervención de la OTAN no es algo nuevo para los Estados
Unidos, como no lo es la acusación de
poseer o utilizar armas de destrucción
masiva que en el caso de Irak resultó no ser cierto, aunque el cuestionamiento
a los gobiernos que sí lo hacen depende del tipo de relación que en el momento
se sostenga. Recuérdese que en determinada circunstancia Saddam Hussein aliado
estratégico coyuntural del país del norte, fue respaldado en la utilización de
armas químicas en el intento de exterminio de la nación kurda, así como para combatir a la
revolución iraní.
Es menester
resaltar la declaración del Secretario General de la ONU Ban Ki-moon, en
sentido de advertir que un ataque militar en Siria, sólo podría empeorar el
conflicto. También es necesario ponderar la oposición de aliados históricos de
Estados Unidos como el Reino Unido y otras naciones que advirtiendo funestas
consecuencias se oponen a esta obsesiva intención de invadir territorio sirio. No es menos importante el pedido del Papa
Francisco de realizar una jornada de ayuno y oración por la paz para este 7 de
septiembre. Es decir, no obstante
existir voces racionales que aconsejan no adoptar este operativo genocida, al
parecer se impone la vocación belicista que pretende consolidar crímenes de
lesa humanidad.
La Comisión
Andina de Juristas considera que, el Siglo XXI debería marcar nuevos referentes
bioéticos en las relaciones humanas y especialmente entre Estados, no es
posible que frente a tantas experiencias vergonzosas vividas en el siglo
anterior, como el Holocausto de la Segunda Guerra Mundial, la guerra en el
Vietnam, las dictaduras militares en el
Cono Sur de los años 70 y 80, el Aphartheid en Sudáfrica hasta los años
90, o los genocidios en Rwanda y la Ex
Yogoeslavia, se continúe apostando a la fuerza inmoral de las armas para
resolver controversias internas o externas. Necesitamos humanizar el mundo,
fortalecer nuestros sistemas democráticos, consolidar la paz como escenario de
convivencia civilizada y forjar una verdadera cultura de los derechos humanos.
Los pueblos no pueden seguir siendo víctimas de la violencia promovida desde
instancias de poder al calor de intereses económicos o políticos.
Nuestra
convicción democrática y compromiso por los derechos humanos nos sitúa en
contra de cualquier intento equivocado de resolver la violencia con más
violencia. El conjunto de las naciones
que integran la ONU deben extremar esfuerzos para evitar este posible
exabrupto.
POR EL DERECHO
DE LOS PUEBLOS A VIVIR EN PAZ, ES HORA DE DESARMAR LAS CONCIENCIAS ARMADAS
Septiembre
de 2013
WALDO
ALBARRACÍN SÁNCHEZ
PRESIDENTE
DE LA COMISIÓN ANDINA DE JURISTAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario