En ocasión del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el 25 de noviembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) saluda los avances que se han realizado en la región en la adopción de leyes y políticas públicas en la materia, pero advierte que aún existe una distancia significativa entre la legislación y su aplicación práctica. Asimismo, la Comisión expresa su preocupación por la persistencia de la discriminación contra las mujeres en todos los ámbitos, incluyendo la política, la educación, el empleo y la salud. El hogar continúa siendo un lugar peligroso para muchas mujeres de América, debido a las altas tasas de violencia doméstica existentes. Asimismo, las mujeres víctimas de violencia doméstica enfrentan obstáculos formidables en el acceso a la justicia. Para la mayoría de las mujeres, las leyes que existen en el papel sobre su derecho a la equidad y a la justicia no siempre se vuelven realidad. La discriminación contra las mujeres continúa estando profundamente arraigada en las estructuras sociales de los países de la región. En general, las mujeres son más afectadas por la pobreza que los hombres, tienen menos acceso a vivienda y a servicios de salud, y son sujetas a violencia física y sexual en mayor proporción que los hombres. Existe además una interseccionalidad en la discriminación contra las mujeres, en base a factores como la raza, la etnicidad y la pobreza. En este sentido, por ejemplo, las mujeres indígenas y las mujeres afrodescendientes están particularmente expuestas a actos de violencia física, psicológica y sexual. La Comisión ha destacado que la ausencia de una respuesta eficaz por parte del Estado y la impunidad reinante en relación con la violencia y la discriminación propician su repetición. La Comisión ha emitido informes temáticos sobre la situación de los derechos humanos de las mujeres en las Américas que contienen recomendaciones específicas para los Estados a fin de mejorar sus capacidades para cumplir con la obligación internacional de prevenir, investigar y sancionar los actos de violencia contras las mujeres. Adicionalmente, la CIDH ha emitido recomendaciones para el desarrollo de estándares legales en relación con recursos y reparaciones disponibles para víctimas de violaciones a los derechos humanos. En el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la CIDH urge a los Estados a implementar estas recomendaciones y avanzar en el combate a este flagelo. La Comisión reitera su disposición para colaborar con los Estados del Hemisferio en la materia.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
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