La Comisión Andina de Juristas celebra la firma del Acuerdo de Paz suscrito entre los representantes de la República de Colombia y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC- EP), como resultado del encuentro exploratorio que tuvo como sede la ciudad de La Habana-Cuba, entre febrero 23 y agosto 26 de este año, que contó con la participación del Gobiernos de Cuba y Noruega como garantes y el Gobierno de Venezuela como facilitador de logística y acompañante.
La paz constituye un valor superlativo e imperativo categórico por la que debemos luchar quienes nos consideramos militantes por la vida y aspiramos a la construcción de sociedades fraternas con igualdad de derechos para todos y todas. En ese contexto las iniciativas adoptadas por las partes merecen el respaldo moral de la comunidad internacional en su conjunto. Esta iniciativa tiene previsto iniciar conversaciones directas e ininterrumpidas con el fin de alcanzar un acuerdo final para la terminación del conflicto, que contribuya a la construcción de una paz estable y duradera, así como establecer una mesa de conversaciones que se instalará públicamente en Oslo-Noruega dentro los primeros 15 días del mes de octubre de 2012 y cuya sede principal será La Habana- Cuba. Además de la participación de estos dos países se tiene previsto la incorporación del gobierno de Chile como acompañante.
La agenda contiene temas de relevancia como la Política de Desarrollo Agrario Integral, Participación Política que incorpora la cuestión de los derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en general, cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, dejación de las armas, resarcimiento civil a las víctimas, revisión de los casos de personas detenidas, intensificación del combate para acabar con las organizaciones de criminales, solución al problema de las drogas, programas de sustitución de cultivos ilícitos, planes integrales de desarrollo, situación de los derechos humanos de las víctimas, entre otros temas.
Advertimos la intención responsable y seria de las partes para involucrarse en un proceso que puede marcar un hito en la historia de Colombia y de beneficio para los pueblos del continente americano. La legítima aspiración de consolidar la paz en ese país constituye un objetivo democrático de todos los latinoamericanos y por ello esta iniciativa debe ser respaldada por todos los países, al margen de cualquier interés mezquino.
La Comisión Andina de Juristas, saluda el proceso iniciado por los representantes del Gobierno de Colombia y de las FARC-EP, porque la paz no es un problema de deseos, sino de encarar desafíos que por más difíciles que se tornen logran su propósito cuando se los asume con convicción democrática y buena fe.
Septiembre de 2012
POR LA COMISIÓN ANDINA DE JURISTAS
WALDO ALBARRACÍN SÁNCHEZ
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