Fraternalmente Re-descubrimos esta carta escrita por Luis Espinal Camps, uno de los Fundadores Históricos de la APDHB y lo presentamos públicamente para que el Presidente del Estado Plurinacional y el Gobierno
Plurinacional (Órgano Ejecutivo, Órgano Legislativo, Órgano Judicial, MAS-IPSP)
intenten comprenderlo como CRITICA CONSTRUCTIVA.
LUIS ESPINAL CAMPS
EDITORIALES
Libro Testigo de Nuestra América, Autor APDHB
¿ES POSIBLE LA CRÍTICA CONSTRUCTIVA ?
(Pág. 140-141)
Nuestro Seminario
cree en la crítica constructiva. ¿Será una ingenuidad? No obstante, no parece
que nuestras críticas constructivas logren siempre su objetivo, sino que
solamente molestan.
La crítica constructiva es aquella que se dirige a los amigos. Si no fuesen amigos ¿para qué ofrecerles el servicio de una crítica
constructiva?
Pero como la
crítica suele doler, casi siempre se interpreta como crítica destructiva y
malévola. Y entonces ¿vamos a perder un medio tan importante para no
repetir errores u olvidos como es la crítica y la autocrítica?
Si los hombres de izquierda no criticamos las debilidades de la izquierda ¿quién corregirá nuestros defectos? ¿No vamos a esperar que la
derecha nos dé una crítica constructiva y orientadora?
Pero, en
realidad, si somos sinceros, veremos que con dificultad se aceptan las
críticas. Si el que critica es de la derecha, su crítica obviamente “no vale”; si es de otro
partido, no se le hace caso porque se trata de “celos” o “rivalidad”; y si es de una orientación independiente se habla de “deslealtad” o de “alinearse con la derecha”
¿Será posible que
no encontremos un cauce para la crítica constructiva?
Al parecer, los
años de represión y persecución nos han sensibilizado en exceso, y así toda
crítica la sentimos como persecución. Pero deberíamos librarnos de los
complejos de perseguidos.
La crítica constructiva va generalmente arropada
en la pregunta; porque se habla al amigo, ni siquiera se atreve uno a afirmar,
sino más bien preguntarle para que él mismo responda.La pregunta estimula el diálogo, y no se trata nunca de un fallo
inapelable; porque la pregunta no afirma sino que simplemente cuestiona.
¿Podremos preguntar, podremos poner el dedo en la
llaga? Pero, por favor, no nos consideremos enemigos cuando hacemos algunas
críticas constructivas. ¿No es esto un presupuesto para una verdadera
democracia?
Así como no
rechazamos las críticas constructivas que se nos hacen; esperamos que las
críticas constructivas que hacemos sean útiles, y no sirvan sólo para irritar a
los amigos.
Toda crítica
constructiva admite una respuesta y está llana a recibir una explicación.
Tampoco esta nota
se dirige a nadie en concreto, sino a todos aquellos (y no son pocos) que se
han sentido dolidos por nuestras críticas que querían ser constructivas.
La Paz, 18 agosto 2012
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